Fue más fácil sacarte de mi cama que de mi casa entera. He dejado de imaginarte pero siguen las señales en mi cuerpo, como un estigma. Nunca temí a los fantasmas más que al tuyo. Tus cadenas son ruidosas, tus cadenas son pesadas. Las escucho arrastrarse en los pasillos como un murmullo paranoico.Vas a disparar un reproche, una bala de hielo. Sin embargo un titiritero jamás le pregunta a su marioneta qué es lo que ha hecho.
Haceles un favor, a mi cabeza y a mi corazón, no te acerques ni a pedirme perdón.