*No hay día que no te recuerde;
no hay noche que no te olvide.
*El milagro no fue verte,
sino la impunidad de poder mirarte
sin tener que perdirte perdón.
*Me quema el corazón
porque no te odio.
No me faltan ganas, ni mentiras...
Imagino que podrías querer
a la persona en la que me convertí
y que no te he presentado.
*Tengo una casa con sol que no te conoce;
una planta de la que cuido
y ganas de aprender a cuidar de mi,
también.
*Me aterra pensar que podría aburrime
de esta vida que he construído.
*Yo sé que sos feliz,
pero cómo cuesta saber
que es muy a pesar mío.