lunes, 24 de agosto de 2009
De lo que no pasa
domingo, 23 de agosto de 2009
El rey
Yace en mi cama que ya es suya. Cuidadósamente desprolijo, seduce a mis sábanas que se alborotan ante el contacto con su piel. Tengo celos del lino y el algodón.
¡Qué no lo toquen!
¡Qué no lo despierten!
Él duerme y se desdoblá. Tiene paz en la cara y un mundo líquido donde se ha sumergido. ¿A dónde va lo que no veo? Respiro en su perfume el deseo de nadar con él y, en un mismo plano onírico, mis voluntades y mis inquietudes se baten a duelo. Verlo dormido me hamaca. Verlo dormido me inquieta.
Reina en mi lecho mientras su ejército conquista toda la habitación y se expande. En oportunidades soy su esclava, otrás su soldado y algunas veces su arma. Pero duerme y es mía su batalla. Es un gigante de nube dormido.
Si se fuese, sería mi cama un basto imperio de arena.