Como una foto vieja que pierde el color, pero no la imagen, esperó.
La misma ropa, los mismo ojos, el mismo olor a humedad.
Vestida, peinada, maquillada y arrugada por el pasó del tiempo. Inmovil, a la espera de ser vista. Quieta. Eterna y enmohecida.
Como una foto vieja, como el papel que se pone viejo, con la expresión que nunca se pierde, siguió esperando.
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