Es ésta la ciudad de las cúpulas y la historia. Es ésta la tierra de las manos que se tejen y se funden. Ésta es la casa de la humildad, no de la pobreza. Porque la miseria no está en la red, sino en quién la destruye.
Dónde vos viste tu casa, yo encontré mi hogar.
Hay un límite que no me encierra y que alguna vez querré cruzar. Pero para poner el pie en las aguas de otras cultura quiero nadar primero las aguas que hablan de mí. Y entonces cuando salga seré estandarte y bandera. Es el mundo afuera el que me quita el aire y me cierra.
"Nadie es profeta en su tierra"
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